Atención primaria en la justicia penal.

El gran problema del sistema judicial penal es la impunidad, que incentiva la expansión de la delincuencia. En lo que va del 2024, solo el 12% de las personas con sentencia condenatoria tuvo pena privativa de libertad efectiva, lo que refleja la doble impunidad. Para resolver esto, se sugiere la implementación de unidades de flagrancia que permitirían procesar y sentenciar en 72 horas en lugar de los 21 meses del proceso común. A pesar de que se han implementado parcialmente 11 unidades, se necesita la aprobación de la ley del sistema de flagrancia por parte del Congreso, así como ampliar las carceletas o habilitar cárceles de alta rotación para sentenciados a penas cortas por delitos menores.

En resumen, para acabar con la impunidad y tranquilizar a la sociedad, es necesario implementar medidas como la flexibilización del nivel de pruebas, el aumento del plazo de detención y la consolidación de las atribuciones de investigación de la policía. Además, es crucial la implementación total de las unidades de flagrancia y la ampliación de las opciones de cumplimiento de penas para asegurar que los delincuentes reciban una condena efectiva y no se perpetúe la impunidad en el sistema judicial penal.