Las minas japonesas de Sado son nombradas patrimonio mundial.

La Unesco ha inscrito las minas de Sado, en Japón, en la lista del patrimonio mundial debido a su larga historia y su legado de la época preindustrial. Durante la colonización japonesa de la Península de Corea, miles de coreanos fueron obligados a trabajar en estas minas por la fuerza. A pesar de la oposición inicial de Corea del Sur, finalmente aceptaron la propuesta con la condición de que Japón refleje la historia completa del sitio.

Además, la Unesco también ha declarado la vía Apia, en Italia, como Patrimonio de la Humanidad. Esta decisión se tomó durante la reunión del comité en Nueva Delhi para preservar las actividades mineras y la organización social y laboral de las minas de Sado.