son acusadas de corrupción.

La reputación del expresidente argentino Alberto Fernández ha caído aún más tras revelaciones de abuso y conducta inapropiada en la Casa Rosada. Fernández, quien se presentaba como defensor de la moralidad y la modernidad, ha sido acusado de golpear a su exesposa y utilizar instalaciones presidenciales para encuentros sexuales.

Por otro lado, la ex primera dama peruana Eliane Karp, refugiada en Israel, ha sido señalada como cómplice de actos ilícitos de su esposo. Se espera que Israel la entregue para enfrentar la justicia en un penal de Lima en lugar de disfrutar de su fortuna en la lujosa Tel Aviv. Ambos casos muestran una hipocresía entre aquellos que se presentan como defensores de la moral y la justicia.